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Las manchas de los dientes pueden ser de dos tipos extrínsecas o intrínsecas. Las manchas extrínsecas se dan en la superficie externa del diente (esmalte), son superficiales y están relacionadas con el estilo de vida de las personas, sus hábitos de consumo y la limpieza que realizan de su boca. Las manchas intrínsecas se dan cuando algo altera el esmalte o la dentina (la capa por debajo del esmalte), como por ejemplo el uso de ciertos medicamentos.
Con el tiempo los dientes pueden cambiar de color de un tono claro a uno más obscuro por varias causas:
El oscurecimiento también puede ser causado por el uso de medicamentos para controlar la presión arterial elevada, ciertos antihistamínicos y antipsicóticos como efecto secundario.