A nombre de la Asociación Dental Mexicana, Federación Nacional de Colegios de Cirujanos Dentistas A.C. saludo con respeto a la mesa de honor y especialmente a todos aquellos hombres y mujeres que llevamos la odontología en la mente, en la sangre, en el corazón. Hoy es un día de fiesta. Celebramos con mucho orgullo el día del odontólogo, ese profesional que con su trabajo contribuye a la salud integral de las personas. Todos en esta sala estamos convencidos de que no puede hablarse de salud si la persona tiene problemas bucales que le produzcan dolor, dificultad para hablar o comunicarse, incapacidad para gesticular, para reir, besar, comer o degustar. ¿La falta de un incisivo central superior no produce dolor físico, pero habría que preguntar a la persona afectada por que no sonríe con naturalidad? ¿Por que? Porque el dolor está en el alma. Yo represento al gremio odontológico en general, a estomatólogos que laboran en diversos sectores de las instituciones de salud y de la práctica privada, en zonas urbanas y rurales. Y hoy a nombre de todos ellos quiero reconocer la labor del odontólogo institucional? el que labora en el sector salud?. Por el hecho de que son ellos quienes dan atención y servicios a la gran gran mayoría de la población mexicana. Gracias a ellos los adultos mayores mexicanos cuentan con al menos 20 dientes, número suficiente según la OMS para funcionar de manera adecuada. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016, el 86% de los mexicanos reciben atención bucal a través del Sistema Nacional de Salud y las dependencias que lo integran y solo el 1% reciben atención en la práctica privada. La capacidad de brindar tratamiento se ha incrementado de manera importante en los últimos años. En 1970 nuestro país contaba con 1890 odontólogos en instituciones públicas que otorgaron ese año mas de 4 millones de consultas odontológicas, esto es 85 consultas por cada 1,000 habitantes. Para el 2008 el Sistema Nacional de Salud reportó que se otorgaron más de 15 millones, es decir, 143 consultas por cada 1,000 habitantes. Es mucho pero no suficiente, pues aunque se han hecho grandes esfuerzos por abatir los índices de prevalencia e incidencia de las principales enfermedades de la boca, no se han logrado reducciones contundentes a las cifras de prevalencia de caries, enfermedades periodontales, maloclusiones, traumatismos dentales o cáncer bucal. De acuerdo a las cifras reportadas por el SIVEPAB, caries sigue siendo un problema de salud pública en nuestro país, afectando a todos los grupos de edad. Es muy importante educar a la población, modificar las leyes para que todos los niños adopten buenos hábitos de higiene bucal y nutrición desde la etapa escolar, y así lograr nuevas generaciones de mexicanos sanos. Es imperativo empoderar al paciente para que se responsabilice de sus factores de riesgo y evitar que enferme; también lo es formar recursos humanos odontológicos con una fuerte carga curricular en prevención y mantenimiento de los pacientes sanos. Por ahora, el estado de salud bucal y enfermedad de los mexicanos obliga a solicitar a las autoridades incrementar el catálogo de procedimientos bucales terapéuticos de segundo nivel, así como el número de especialistas que brinden tratamiento rehabilitador a los mexicanos que lo requieran. Cabe recordar que el derecho a la salud es ineludible y que todos esperamos una respuesta a esta solicitud. Agradezco el espacio brindado en esta ceremonia, felicito a todos los odontólogos mexicanos y me congratulo de ser orgullosamente odontóloga de profesión. Muchas Gracias.